Nuestra microbiota está formada por un montón de bacterias vivas que se encargan de nuestra salud intestinal y evitan el desarrollo de enfermedades. Cuando tomamos alimentos con probióticos naturales estamos introduciendo directamente esos microorganismos vivos muy beneficiosos para nuestra salud. Nos ayudan a tener digestiones más ligeras, mejoran nuestro sistema inmunológico y producen sustancias antiinflamatorias. En definitiva, nos ayudan a tener nuestro salud. ¡Son todo ventajas! Pero… ¿Dónde los encontramos?

1. Yogures naturales no pasteurizados.
2. Kéfir:  Es un producto lácteo fermentado por una combinación de bacterias y levaduras.. Se elabora añadiendo los granos de kéfir a la leche, pero también puede ser en agua. Tiene una mayor variedad de probióticos que el yogurt.
3. Kombucha: Bebida probiótica  todavía desconocida para muchos pero que cuenta con una tradición milenaria, elaborada a base de té fermentado.
4. Quesos frescos o blandos curados: Son quesos elaborados con leche cruda (no pasteurizada) pero madurados por un mínimo de 60 días (esto elimina el agua y las bacterias), por ejemplo: Queso blanco del país, queso crema, tipo feta y cottage, de cabra mozzarella, el queso de Burgos, el camembert, roquefort, gorgonzola, etc.
5. Aceitunas, Pepinillos, Berenjenas y vegetales encurtidas: Sorprendido? Sí, cuando tomamos aceitunas, pepinillos y demás encurtidos estamos ingiriendo levaduras y bacterias vivas que nacen en el proceso de fermentación de estos vegetales.
6. Chucrut natural: Se elabora fermentando repollo o col blanca.  Su sabor es ácido e intenso y tiene una textura muy crunchy. El kimchi y chucrut, pueden incluirse en sopas y son perfectos como acompañamiento de carnes y pescados.
7. Kimchi: Se elabora a través de la fermentación de vegetales, principalmente la fermentación de col.  Su sabor picante, debido al ajo y el pimiento que se le añade, es lo que le diferencia del chucrut.
8. Miso: Es una especie de pasta fermentada de soja, sal y koji (arroz con un hongo que hace la magia de la fermentación) originario de China.  Tiene una textura densa y cremosa, con un sabor a carne (debido a la cantidad de proteínas que tiene) y un olor parecido al café. El truco es añadir un poco de esa pasta de miso a los caldos después de cocinada.
9. Microalgas (espirulina, chorella o kombu): Se puede encontrar en polvo o deshidratada para reconstruir con agua. Para introducirlas en nuestra alimentación se pueden añadir en sopas, caldos o ensaladas. ¡En polvo son perfectas para hacer smoothies de frutas y/o vegetales!

Debemos consumir prebióticos y probióticos diariamente para obtener sus beneficios. Todos estos alimentos probióticos naturales son perfectos para incluir en tu dieta pero también debes comer prebióticos para que estos alimentos mencionado sean realmente efectivos.

Recuerda que prebióticos son el alimento de los probióticos y está presente en la alimentos ricos en fibra como frutas, vegetales, cereales integrales (chia, avena, maíz), menestras o granos, etc.